La historia ya la conocéis, un niño vestido de Darth Vader trata de usar la fuerza para mover y controlar toda una serie de cosas. Lo intenta con la lavadora, con el perro, con un muñeco, incluso con el sandwich que le prepara su madre; pero nada, no hay manera. Entonces llega su padre con el coche y decide intentarlo una última vez más; y de repente lo consigue, su fuerza da resultado.
Este spot lo dieron a conocer por primera vez en la SuperBowl XLV, evento que cuenta con unos 120 millones de espectadores y en el que medio minuto de anuncio cuesta unos 3 millones de dólares, ahí es nada. También aparecieron otros anuncios de grandes marcas como Audi o Budweiser, pero el claro vencedor fue éste. Sólo hay que ver la cifras para darse cuenta, las búsquedas en Internet aumentaron en un 270% después de su aparición, en Youtube el anuncio oficial ya tiene más de 51 millones de visitas y ha sido galardonado con dos leones de oro y uno de bronce en el último Festival de Cannes.
Pero volviendo a lo que nos interesa, ¿cómo nace esta idea?
Pues bien, la idea nace de la mano de la agencia Deutsch, en especial de David Povill, redactor senior; Ryan McLaughlin y Craig Melchiano, ambos directores de arte. Fue una idea que destacó entre todas las demás, pero para llevarla a cabo haría falta contar con la aprobación de la productora Lucasfilm Limited, fundada por George Lucas.
Por eso, antes de presentar nada, el equipo creativo decidió acercarse hasta allí, saliendo con un sí bajo el brazo.
Con la idea aprobada y apoyada también por Volkswagen, era hora de empezar con la producción. La agencia creativa seleccionó a Lance Acord, director de fotografía de Lost in Translation y María antonieta, como realizador del spot. Entonces empezaron las reuniones de preproducción, hicieron un presupuesto y prepararon un storyboard, para presentárselo de manera definitiva al cliente.
Una de las grandes cuestiones de este spot era seleccionar al protagonista que se escondería tras la máscara de Darth Vader. Buscaban niños desde 3 a 9 años, dando si eran niños o niñas, pues iría escondido bajo la máscara. El seleccionado fue Max Page, un niño de 6 años obligado a vivir con un marcapasos de por vida por una anomalía en el corazón, cosa que no le impide hacerse un hueco en el mundo televisivo. El pequeño consiguió, además de interpretar a uno de sus personajes favoritos, conocer a James Earl Jones, voz de Darth Vader.
En esta producción se cuidaron mucho los detalles. En el primer plano que vemos los pasillos son de color blanco intenso y el suelo de color negro, como en la nave de la película. Además vemos como el niño llega por un pasillo, como si nos estuviese llevando al interior de su nave. El color del plato también es negro a juego del mini-Darth; la habitación rosa para contrastar con el mal, y que nos deja la duda sobre quién se esconde realmente bajo esa máscara.
Tras el rodaje, se editó e incluyo el sonido, algo que debió de costar mucho y que por más que hemos buscado no conseguimos encontrar. Las licencias para usar la Marcha Imperial, de John Williams, y el personaje de Darth Vader valen más de lo que nos podemos imaginar.
Teniendo en cuenta el coste de la emisión en la Superbowl, que asciende a 6 millones de dólares; la producción del anuncio, las licencias por el uso de personajes y derechos de autor; podemos decir que contó con un alto presupuesto. Pero no ha sido un dinero mal invertido, pues, como ya hemos dicho antes, las búsquedas en Internet aumentaron, tanto en Youtube como fuera del canal.
Para terminar, el anuncio oficial y el vídeo del making of, donde vemos que al mini-Darth en más situaciones.
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